NÚMERO 16

Falta de protección jurídica a Personal educativo por agresiones y violencia digital de parte de un alumnado

Es muy común encontrar casos donde los maestros son reportados por situaciones de agresión verbal, violencia cibernética, violencia física, agresión sexual y abusos de autoridad hacia alumnos, en los cuales se aplican los protocolos correspondientes en cada caso, así como la aplicación del Marco para la Convivencia Escolar, y puede ser que en alguno intervenga la Fiscalía de cada Estado correspondiente, pero, ¿Qué sucede cuando un alumno o alumna llega a realizar una de estas faltas hacia un trabajador o una trabajadora del plantel?, ¿Qué protocolo se llega a aplicar para la protección del personal directivo, docente, administrativo y de apoyo?, O ¿Qué ley protege al personal educativo en una situación de acoso por parte de un alumno o alumna del plantel? La respuesta es corta, no existen.

 

Díaz & Rodríguez (2010) definen a la violencia hacia los profesores como la manifestación en forma de presiones, maltratos, insultos, agresiones verbales como físicas (empujones, golpes y tocamientos) por parte de los alumnos e incluso de sus familiares, también son actos que van desde intimidaciones, amenazas físicas, robos y coacciones; Gómez & Hernández (2015) consideran también como violencia hacia los profesores el uso de apodos e insultos a espaldas del profesor, ridiculizarlos, la desobediencia, actitud indiferente en clases, acusaciones arbitrarias o infundadas (descalificación, difamación, rumores), contestación con tono de voz despectivo, la burla y señalamientos obscenos.¹

 

Investigando en diferentes Marcos para la Convivencia Escolar de diferentes Estados del país, noté que hablan sobre una agresión a personas de la comunidad escolar, la cual abarca a todas las personas que se encuentran en una escuela como personal directivo, docentes, alumnxs, personal administrativo y personal de apoyo a la educación, estos nos dan a entender que toda la comunidad escolar tiene que convivir con respeto, orden y equilibrio dentro y fuera del plantel. 

Pero regresando al tema inicial, ¿Qué sucede cuando un alumno realiza algún tipo de violencia a un personal educativo?, si se llega a aplicar el Marco de la convivencia Escolar no hay evidencia o información de algún artículo en el cual se pueda enfocar y aplicar los pasos a seguir, al igual de la nula existencia de algún protocolo para la atención de violencia hacia el personal educativo; en casos muy contados, los maestrxs o personal educativo informan a los directivos sobre las agresiones y supuestos delitos cometidos por alumnos hacia ellos, donde normalmente son delitos digitales y cibernéticos, ya que en muchos casos los alumnos por medio de redes sociales, grupos de aplicaciones de WhatsApp, publican fotos de maestros y personal educativo e incluso de la familia (padres, madres, esposas(o) e hijas (o) del personal afectado) en las cuales se envían junto con mensajes ofensivos, de mofa y discriminatorios hacia ellos, es importante recalcar que, en muchas ocasiones, caen en supuestos delitos que afectan tanto laboral como psicológicamente al personal. La situación pasa inadvertida porque en muchas instituciones educativas de nivel básico y media superior llegan a minimizar estos actos y en ocasiones lo reportan como indisciplina, cuando son adolescentes lo relacionan como parte de su rebeldía a la autoridad.

 

En seguir un “supuesto protocolo” o el que piensan que es la acción adecuada para que se pueda realizar, se hablan con los directivos y ellos se comunican con los supervisores, jefes de departamento y hasta el área jurídica de las Secretarias de Educación correspondientes a sus Estados, donde la mayoría de las respuestas son “No sé, déjeme preguntar qué pasa en ese caso” o “Lo siento, no existe un protocolo para llevar este caso”, por lo cual esto deja en total estado de vulnerabilidad y descobijo para la persona, ya que existen muchos protocolos para la protección de los adolescentes y los procesos que se deben de seguir, pero del otro lado de la balanza los dejan en un estado de vulneración total. 

 

La docencia esta en crisis a nivel mundial ya que en un estudio realizado en el año sobre la violencia docente revelo que 3 de 4 eran víctimas de algún tipo de violencia, en el caso de los hombres tuvieron amenazas verbales, señales obscenas, robo, daños a la propiedad y violencia física, en cuanto a las mujeres señalaron intimidación, difamación y manipulación. 

 

Las instituciones educativas han sido limitando por las Secretarías de Educación perteneciente a cada Estado por miedo a una demanda ante diferentes instituciones como a Derechos Humanos, las formas en cómo debe imponer el orden en el salón de clases. Estas nuevas generaciones se formaron bajo la cero tolerancia a la frustración, egoístas, manipuladoras y aprendieron a salirse con la suya (sin remordimientos de conciencia), si se lo aplicaron a sus propios padres, qué esperamos los docentes; además de la credibilidad natural que le otorgan los padres a sus hijos, por lo que no aceptan críticas negativas o conductas indebidas que realizaron sus descendientes; Gómez (2014) indica que los alumnos se sienten respaldados por sus padres, y que prefieren cambiarse de escuela a cambiar de actitud.

 

El personal educativo no saben cómo actuar ante contextos de conflicto, ya que se carecen de estrategias jurídicas para poder afrontar estas situaciones de violencia; ante ello, las instituciones educativas deberán apoyar a sus docentes, personal directivo, administrativo y de apoyo para que puedan lograr su objetivo de transmitir el conocimiento de la manera óptima, con el respeto y dedicación con el que se hace normalmente , si no se logra, entonces qué sentido será tener una institución donde no se aprende porque el docente no puede impartir clase o un personal directivo, administrativo y de apoyo pueda realizar su trabajo, lo que hay es violencia de todo tipo entre todos sus actores.

 

Así como entendieron la problemática del acoso o bullying por parte de los maestros hacia los alumnos, que tuvieron que realizar modificaciones a las leyes y reglamentos para la protección del personal educativo para aplicarse en todas las escuelas, en ese mismo sentido se debe hacer con la violencia que ejercen los educandos al personal educativo, en el cual se reconozca y genere también una protección legal a las institucional y todo el personal de ella, de lo contrario se puede llegar a que el trabajo en un ámbito escolar sea una labor cada vez menos solicitada por los profesionales para evitarse problemas legales, o ser muy complacientes con los grupos para que no le quiten el trabajo, demeritando la profesión y formando estudiantes con bajo rendimiento académico.



¹ https://issuu.com/poieticacch/docs/poi_tica18_web/s/10858282 , Articulo Los docentes también sufren de violencia escolar.

Cristina Michelle Vera Herrera

Cristina Michelle Vera Herrera

Licencia en Derecho especializada en materia familiar.

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